Hay casas que son refugios. Y luego está esta: una villa que se alza con su nueva reforma sobre cuatro niveles de pura inspiración, donde cada rincón parece diseñado para respirar luz, calma y belleza.
Desde lo más alto, la vista es un cuadro vivo: el mar que brilla en el horizonte, los pinos que susurran historias antiguas, y el skyline de Benidorm que, al atardecer, se tiñe de oro. Aquí no solo se ve el Mediterráneo. Se siente.
Su arquitectura no busca impresionar. Lo consigue sin esfuerzo. Es una oda al blanco, a los espacios abiertos, al diseño limpio y moderno que conversa con la naturaleza. Pavimentos en color arena, ventanales que desaparecen para que el exterior entre sin pedir permiso, y una distribución que habla el lenguaje de la libertad.
La suite principal, ubicada en la planta solárium, es un mundo aparte. Vestidor de ensueño, baño de revista y una terraza privada que hará que cada amanecer se sienta como un privilegio.
La vivienda ofrece 4 dormitorios en suite (con opción a un quinto), salón de billar, varios salones, despacho, y una zona de día que ocupa una planta entera. Aquí, la vida se despliega entre una gran cocina con isla central, una barra de desayuno pensada para compartir y una chimenea exenta que convierte el salón en un rincón irresistible en invierno.
Sí, hay ascensor. Porque esta casa está pensada para que vivas cómodo, en cada etapa de tu vida. Y sí, hay un garaje para tres coches, con preinstalación para carga eléctrica. Porque el futuro ya está aquí, y esta villa lo sabe.
Este hogar no es solo una propiedad. Es una declaración de intenciones.
Es el lugar donde tu vida da un giro, donde los sueños encuentran su escenario ideal.